Los nuevos residentes del Zoológico de Chihuahua son tres tigres de bengala y tres leonas africanas
Decenas de familias acudieron este domingo al Zoológico ubicado en el municipio de Aldama, en la zona metropolitana de Chihuahua Capital, donde dieron la bienvenida a los ejemplares rescatados de tigres y leones, y se maravillaron por su majestuosa belleza y encanto felino, que fascinó desde los más peques del hogar, hasta los más sabios y longevos.
Los nuevos residentes del Zoológico de Chihuahua son tres tigres de bengala y tres leonas africanas, todos de gran tamaño, cuyo peso corporal oscila entre 110 a 130 kilogramos.
Las leones y tigres son parte de un grupo de animales, que fueron s rescatados de un santuario ubicado en la carretera Picacho al Ajusco, en la alcaldía Tlalpan, de la Ciudad de México, denominado Black Jaguar White Tiger, que contaba con un registro como predio e instalación que maneja vida silvestre ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat, donde se denunció que los grandes felinos sufrían maltrato y debilidad por una alimentación deficiente, el pasado mes de julio.
De los aproximadamente 400 ejemplares reportados en el lugar por las autoridades federales en materia de protección animal, seis de ellos fueron trasladados al Zoológico de Chihuahua, en el municipio conurbado de Aldama, donde son atendidos y vivirán hasta que se considere que están recuperados.
Entre las lesiones que son visibles, uno de los ejemplares de tigre, perdió uno de sus ojos, lo que ha causado ternura y compasión entre las familias que acuden a visitarlos y darles la bienvenida a tierras chihuahuenses.
La experiencia del recorrido en el Zoológico de Chihuahua, inicia desde que los visitantes ingresan al vestíbulo, donde se pueden adquirir bebidas y bocadillos para las personas, y también, alimentos autorizados para compartir con los residentes del espacio de cuidado animal, que van desde los tradicionales cacahuates y semillas para los monos, hasta sandías para los voluminosos hipopótamos.
En cada uno de los pasillos bendecidos por árboles de varios metros de altura que proporcionan frescas sombras para los paseantes, salen al encuentro diversas aves que acompañan el camino como anfitriones del recinto, en una algarabía que rompe con los silencios de las diferentes áreas, desde los níveos patos, con su particular graznido; los bellísimos plumajes de los pavos reales; hasta las rápidas gallinas, que también andan en grupo.
Las cebras reservadas y gentiles, aceptan saludables zanahorias, y se dejan acariciar en su rayado pelaje por las familias, compartiendo de su presencia poco usual en estas latitudes.
La elegancia de los felinos es uno de los atractivos del zoológico más valorado por sus habitantes, que parecen que posan desde la zona reservada para esta gran especie, y que estos días se ha convertido en una visita obligada, para dar la bienvenida a los nuevos residentes.