Carne seca: el origen del alimento que forma parte de la identidad de Chihuahua
Cuando pensamos en la gastronomía del Noreste de México existen pocos platillos tan representativos en el imaginario popular como son la machaca, las tortillas de harina y desde luego la carne seca.
No obstante, la cocina regional es riquísima en su espectro, al incorporar elementos propios de la naturaleza en todas sus formas, pensemos en algunas de sus aportaciones herbales como el empleo de mezquites, yerba santa, comino y orégano -sazonadores indispensables-, o el consumo de la pesca de agua dulce, cuyas especies más comunes son el matalote, carpita roja, o bagre azul, mismos que se sirven fritos o en adobo como parte de los manjares típicos de la cuaresma. Sin embargo, es el gusto por los productos cárnicos y sus derivados lácteos, el que más presencia tiene en los hogares chihuahuenses, quienes han descubierto y disfrutado platos tan originales como el asado de puerco, carne el chile colorado o caldillo de res, gracias al contacto y fruto de sus más de 400 años de actividades agropecuarias, como advierte la maestra Raimunda Cuenca, antropóloga y docente de la Licenciatura de Turismo de la UACJ.
La experta nos comenta que el origen de muchos de estos platos tiene raíces en el periodo de la colonia, cuando los primeros expedicionarios españoles extendieron sus misiones hacia el Norte, con el objetivo de encontrar recursos o vetas vírgenes, para sostener los viajes a América y llenar las arcas de la corona Borbona en el viejo continente.