Andrés, el hermano menor del rey Carlos III, será despojado de su título de príncipe, un castigo extraordinario, inaudito en los anales de la familia real británica moderna, que culmina su caída en desgracia por sus vínculos con el depredador sexual convicto Jeffrey Epstein.
En un comunicado el jueves, el Palacio de Buckingham dijo que había comenzado un proceso formal para eliminar el «estilo, títulos y honores del príncipe Andrés». El príncipe, dijo, «ahora será conocido como Andrew Mountbatten Windsor», el apellido de los miembros de la Casa de Windsor. El palacio también dijo que Andrés, de 65 años, sería desalojado de su extensa residencia, Royal Lodge, y se mudaría a una residencia privada.
El anuncio, en una declaración concisa de tres párrafos, se produjo después de que la familia real británica se viera sumida en una crisis cada vez mayor por nuevas revelaciones sobre el alcance de los vínculos de Andrés con Epstein y acusaciones más detalladas sobre su abuso sexual de una joven traficada por Epstein.
Andrew ha negado rotundamente haber violado a la mujer, Virginia Roberts Guiffre. Pero sus relatos cambiantes de su relación con Epstein, quien se suicidó en 2019 mientras esperaba el juicio por cargos sexuales, han hecho que su posición en la familia real sea cada vez más insostenible. Algunos legisladores han pedido al Parlamento que tome medidas contra Andrés.
La semana pasada, Andrés anunció que renunciaría al uso de su otro título real más importante, el de duque de York. Su título como príncipe, dijo el palacio en ese momento, se basaba en que era hijo de una monarca, la reina Isabel II.
El jueves, los funcionarios del palacio dijeron que el rey enviaría «órdenes reales» al Lord Canciller, solicitando que elimine los títulos de Duque de York y Príncipe, así como el honorífico «Su Alteza Real» de la Lista de Nobleza, que establece los títulos reales y aristocráticos en Gran Bretaña.
El palacio dijo que esto no requeriría una ley del Parlamento, como especularon algunos expertos legales la semana pasada. Carlos, dijeron los funcionarios del palacio, estaba empujando los límites de su prerrogativa real al tomar medidas, porque no quería que el Parlamento dedicara tiempo al asunto a expensas de otros asuntos nacionales.
Desde que el rey Eduardo VIII abdicó del trono en 1936 por su propuesta de matrimonio con una mujer estadounidense divorciada, Wallis Simpson, la familia real no había experimentado una degradación tan abrupta y visible de uno de sus miembros más antiguos.
Cuando el príncipe Harry y su esposa nacida en Estados Unidos, Meghan, anunciaron en 2020 que se retirarían de sus deberes oficiales y se mudarían a los Estados Unidos, él conservó su título de príncipe y la pareja siguió siendo el duque y la duquesa de Sussex.
Los funcionarios del palacio también dijeron que Andrés se mudaría a una residencia en los terrenos de Sandringham, una residencia real en Norfolk, al noreste de Londres, que es propiedad personal de Carlos. El rey, dijeron, apoyaría a Andrés a través de sus fondos privados.
«Estas censuras se consideran necesarias, a pesar del hecho de que continúa negando las acusaciones en su contra», dijo el palacio en el comunicado. «Sus majestades desean dejar en claro que sus pensamientos y sus mayores condolencias han estado, y permanecerán, con las víctimas y sobrevivientes de todas y cada una de las formas de abuso».
