Cada mañana, decenas de personas acuden al comedor comunitario localizado al interior de las oficinas de la Cáritas de la ciudad, donde pueden desayunar y, en muchos casos, ese es el único alimento que prueban durante el día.
Entre quienes ya tienen tiempo recibiendo el apoyo, se corre la voz para que más personas se beneficien del servicio.
Jorge Hernández Saucedo, beneficiario del programa, comentó que desde hace dos semanas acude diariamente por comida, aunque algunos días no asiste cuando se siente mal.
“Yo estoy pensionado, pero como estoy pagando renta, ahí se me va todo el dinero. Trabajo no he agarrado porque ya está uno viejo, no lo quieren muy fácil”, relató.
Hernández Saucedo agregó que cuando llega del comedor almuerza un poco y guarda lo demás para comer más tarde.
Por su parte, Sara Daniela Enrique Serrano, originaria de Tijuana, explicó que acudió en busca de apoyo porque una amiga le comentó que entregaban despensas, aunque inicialmente solo se ofrecían a personas extranjeras. Sin embargo, la señora Cristina también le brindó ayuda.
Sara Daniela añadió que recibió apoyo para conseguir los uniformes escolares de sus hijos, por lo que está muy agradecida.
“La verdad es que sí nos ayudan mucho. Las personas aquí son muy amables, nos apoyan con despensa y, pues, solo mi esposo trabaja; la ayuda que nos dan aquí nos sirve mucho”, expresó.
