
Detectan deterioro y abandono en áreas de El Chamizal
En los últimos días, el parque El Chamizal, considerado uno de los principales pulmones naturales de Ciudad Juárez, presenta señales evidentes de abandono. Durante un recorrido realizado, se constató el deterioro de diversas zonas, con árboles caídos, estructuras metálicas dañadas y acumulación de basura en distintos puntos.
Uno de los focos de mayor preocupación es el puente peatonal cercano al cruce internacional, donde se observaron partes metálicas desoldadas y un pasamanos deteriorado que requiere mantenimiento urgente, incluida una nueva capa de pintura. El mal estado de la estructura representa un riesgo para los peatones que la utilizan diariamente.
En esa misma vialidad, un árbol caído bloquea la banqueta, obligando a los transeúntes a caminar sobre el arroyo vehicular, exponiéndose al peligro. Vecinos y visitantes señalaron que el árbol fue derribado presuntamente por las lluvias y ráfagas de viento recientes, y que permanece sin ser retirado desde hace varios días.
La situación se repite en otras partes del parque. En las inmediaciones de la pirámide y el acueducto, la acumulación de residuos es evidente: botellas de plástico, vasos desechables, bolsas, papeles y latas de cerveza son parte del paisaje en un sitio que es frecuentemente utilizado por familias y jóvenes, especialmente quinceañeras que acuden a tomarse fotografías.
La falta de contenedores de basura agrava el problema. Durante el recorrido, no se observaron cestos cercanos a la pirámide, lo cual refleja una deficiente planeación en el manejo de residuos en zonas de alta afluencia. Esta ausencia propicia que los visitantes dejen su basura en el suelo, afectando el entorno visual y ambiental.
Otro punto descuidado es la zona donde se encuentra el monumento a Benito Juárez, donde también un árbol seco caído invade la banqueta, complicando el paso de peatones y reforzando la imagen de abandono. Al igual que otros casos, este árbol lleva varios días sin ser retirado.
El Chamizal, espacio de alto valor ecológico, histórico y cultural, requiere atención urgente por parte de las autoridades municipales y estatales, antes de que su deterioro afecte de forma irreversible el disfrute y seguridad de sus visitantes.