México logra una autentica remontada ante Honduras y el tricolor avanza al Final Four de la Concacaf
Toluca.– La Selección Mexicana hizo vivir un verdadero infierno a Honduras.Cuando un fracaso se asomaba en el horizonte para el Vasco Aguirre en sus primeros partidos oficiales, apareció el verdadero nivel del Tricolor en el Nemesio Diez, ese que asusta en Concacaf. Casi 30 remates demostraron el poderío nacional y las ganas de remontar la serie de cuartos de final ante La H. Únicamente bastaron cuatro remates certeros para la gigante remontada del equipo de todos que goleó a los catrachos y calmó todas las críticas, al menos por ahora. 4-0 final.
Necesitado y herido por el resultado de ida, el equipo tricolor comenzó con una actitud pocas veces vista en San Pedro Sula. El cambio de chip fue total y el local pudo abrir el marcador casi de inmediato, pero el travesaño lo impidió. Edson Álvarez sacó un disparo que pegó en el horizontal, que frustró el festejo nacional.
Honduras, todo de negro, se metió en su campo. Eso hizo que los embates mexicanos fueran seguidos y sin detenerse. El jugador de casa, Alexis Vega, pudo abrir el marcador, pero el portero Edrick Menjívar salvó su meta. El jugador de los Diablos Rojos, todavía tuvo un disparo de tiro libre que apenas rozó el poste. El gol tricolor se respiraba cerca, pero faltaba el último toque directo a la red.
México siguió con la insistencia, fácilmente pudo acortar distancia o incluso emparejarlo todo, pero las fallas continuaron. Vega y Jesús Gallardo no fueron certeros y el sufrimiento siguió sin que alguien pudiera cambiar algo.
Edson Álvarez fue uno de los jugadores más ansiosos por responderle a su afición. Si no era con alguna recuperación o centro al área, también lo hizo con otro disparo que pasó apenas a un lado de la cabaña hondureña. La H se salvó una y otra vez, mientras el reloj corrió en contra de los jugadores de casa, quienes mantuvieron un porcentaje de más de 80% de posesión, pero sin efectividad de gol.
Tal dominio se reflejó en el marcador casi al final del primer tiempo. El Chiquete Orozco llegó al área, sorprendió a todos, mandó un centro que Jiménez cazó entre dos catrachos y lo convirtió en gol. El Nemesio se convirtió en un auténtico Infierno desde ese momento.