Protesta masiva en Hungría por la libertad de prensa y contra la propaganda estatal
Miles de húngaros se reunieron frente a la sede de la corporación de medios públicos para protestar contra lo que consideran un control excesivo del Gobierno sobre la prensa. Los organizadores del evento, entre ellos el partido opositor Tisza, liderado por Péter Magyar, aprovecharon la ocasión para exigir mayor libertad en los medios y denunciar las continuas «mentiras» de la propaganda oficial.
“Si estás harto de las constantes mentiras de la propaganda gubernamental y quieres un país donde la libertad de expresión sea real, tu lugar está entre nosotros”, declaró el partido Tisza en su convocatoria a la protesta.
La marcha reunió a ciudadanos de todo el país, quienes piden la independencia de los medios de comunicación, los cuales consideran que han sido cooptados por el gobierno del primer ministro Viktor Orbán.
Desde que llegó al poder en 2010, el Gobierno de Orbán ha implementado legislaciones que, según la oposición, limitan gravemente la libertad de prensa en Hungría.
Una de las más polémicas fue la ley de medios aprobada en 2011, que estableció un Consejo de Medios cuyos miembros son designados por el Ejecutivo, dándole al Gobierno un control considerable sobre los contenidos que se emiten.
Péter Magyar, antiguo colaborador de Orbán y ahora líder del partido Tisza, declaró ante los manifestantes que los medios de comunicación en el país son un «símbolo del autoritarismo y la dictadura», y acusó al primer ministro de convertir los medios públicos en simples herramientas de propaganda política.
“Lo que hoy se llama servicio público es un escándalo mundial”, añadió Magyar, destacando que el control de los medios ha erosionado gravemente la calidad de la democracia húngara.
Llamado a reformar los medios públicos
Durante la manifestación, los organizadores solicitaron a la televisión pública M1 que transmitiera una declaración en directo en la que se exigía la creación de «verdaderos medios públicos» que funcionen de manera independiente. Sin embargo, la televisión se negó a cumplir con la demanda, lo que intensificó aún más las críticas contra el control gubernamental sobre la prensa.
Por su parte, varios medios afines al Gobierno han acusado al partido Tisza de intentar “atacar” la sede de los medios públicos, creando un ambiente de tensión en torno a la manifestación.
El más reciente informe de la ONG Human Rights Watch (HRW) señala que el Gobierno ultranacionalista de Hungría está limitando la libertad de prensa y ha instado a la Unión Europea a acelerar los procedimientos sancionadores contra Hungría por violar los principios democráticos de la comunidad.
scenso de Tisza y descontento popular
Desde que Péter Magyar asumió la dirección del partido Tisza en febrero, la agrupación política ha ganado fuerza en el país. Aunque todavía no tiene representación en el Parlamento húngaro, el partido logró obtener siete diputados y el 33% de los votos en las elecciones europeas celebradas en junio pasado.
Las encuestas más recientes sitúan al partido Tisza como la segunda fuerza política del país, con un 33% de intención de voto en las próximas elecciones generales, solo por detrás del partido Fidesz, liderado por Orbán, que mantiene el 42%.