Carlos Rivera revela que su exclusividad con TV Azteca no le alcanzaba ni para pagar la renta
Sin duda Carlos Rivera se encuentra en un momento de plenitud tanto su carrera artística como en su vida privada. Sin embargo, no todo fue color de rosa, ya que años atrás cuando salió de La Academia en 2004, se topó con una dura realidad, ello a pesar de que resultó ganador de la tercera generación del reality show de talento.
El intérprete, quien acaba de lanzar un nuevo álbum, se ha sincerado como nunca sobre aquella etapa, y ha revelado los detalles del contrato de exclusividad que tenía entonces con la televisora con la televisora del Ajusco, el cual no le resultó tan beneficioso como esperaba. El cantante habló con Johnny Abraham para su podcast ‘Conquista Tu Mundo’, un espacio en el se sinceró y habló de lo mal que la pasó durante su temporada en Azteca.
“La Academia es un proyecto con el que siempre voy a estar agradecido, porque sí me cambió la vida, me transformó y a mí familia también. Esos 4 meses han sido de los más felices de mi vida, porque tomé mis primera clases de canto, mi primera clase de baile, de interpretación, de actuación, era Disney World para mí, lo que yo más había deseado en la vida y de otra manera no lo hubiera tenido”, admitió.
Aunque las cosas se tornaron totalmente distintas para él una vez que concluyó el reality show: “Lo comparo con las 12 de la noche de la Cenicienta, porque el otro día, que ya no era la producción por la televisora. No supieron manejarnos a la gran mayoría.
Conmigo había muchas expectativas y planes, cosas que nunca se cumplieron. Pasaron unos meses y a mí me pusieron en una banca”.
Carlos Rivera aseguró que pasó muy mal por varios años: “Yo no podía hacer nada de lo que yo quería, porque muchas veces lo que intenté. En ese momento era muy duro, fueron muchos años en los que yo no la pasé tan bien y empecé a perder un poco la esperanza, empezaba a ver mi sueño cada vez más lejos”.
“Lo veo como una historia de amor; me enamoraron, me enamoré, fui feliz durante el noviazgo, pero ya luego durante el casamiento estuvo duró. Lo peor de todo es que al final era como: ‘Me tienes que dar las gracias porque te quise, sino nadie te hubiera querido’. Yo amé, pero no fue recíproco”, explicó.
El esposo, Cynthia Rodríguez detalló del contrato que le impidieron desempeñarse como él esperaba: “Yo duré 9 años contrato, pero con un contrato en el que no me pagaban exclusividad, o sea, era exclusivo, pero no me pagaban nada, a veces no había ni para pagar la renta, pero bueno, yo tenía ese contrato y ni modo”.
Tras casi una década de cumplir con el contrato que le impedía cantar en escenarios ajenos a los indicados por TV Azteca, Rivera pudo tomar los proyectos de su elección, y fue así que llegó al teatro musical, que fue un trampolín en su carrera.
Sin embargo, ante de lanzarse de lleno por su cuenta tuvo que cerciorarse de que su relación con la televisora del Ajusco quedará finiquitada: “Firmamos un acuerdo, ni siquiera fue una liberación”, con el cantante quien explicó para hacer este movimiento, pues ya lo había intentando sin éxito: “Pensaba: ‘Yo no tengo que estar aquí, me tengo que mover de lugar”.