Por la tarde las autoridades de bomberos y protección Civil suspendieron la búsqueda mientras que él amarrado de un cinto y con una vela que colocó en un pedazo de tabla marcó el sitio donde creyó iba a estar
El amor por encontrar a su hija rompió todo lo obstáculos de peligro a lo que se iba a enfrentar don Pascual Marquez, que, aun sin el apoyo de las autoridades para buscarla en las aguas del Río Bravo, en Matamoros, Tamaulipas, logró encontrar el cuerpo.
Desde el día anterior, don Pascual inició con su familia una frenética búsqueda de Liliana Marquez, de 19 años, quien se perdió por las fuertes corrientes del río cuando intentó cruzar hacia los Estados Unidos en compañía de un amigo.
El martes por la noche decidieron pasar el caudal pero desgraciadamente fue arrastrada.
Al siguiente día don Pascual comenzó a buscarla a pesar del peligro en que él también se encontraba.
Por la tarde las autoridades de bomberos y protección Civil suspendieron la búsqueda mientras que él amarrado de un cinto y con una vela que colocó en un pedazo de tabla marcó el sitio donde creyó iba a estar.
Para el jueves con el apoyo de un par de lanchas que pidió prestadas volvió a buscar a su niña.
Personal de Protección Civil y Bomberos aún no estaban cuando él llegó a las riberas del río.
Pasado el mediodía primero encontró la mochila que portaba lo que le dio la lastimosa idea de que ya no estaba viva.
Lejos del lugar donde fue vista por última vez, don Pascual la encontró lamentablemente sin vida.
Su cuerpo lo amarró y lo llevó a la orilla en espera de que las autoridades tomarán conocimiento de los hechos.
